El Tigre, el Brahmán y el Astuto Chacal

Tigre-Brahman
En un reino lejano, había un majestuoso tigre que se encontraba atrapado en una trampa. Su furia y dolor eran evidentes, ya que intentaba desesperadamente romper las rejas de la jaula. En ese preciso momento, un amable brahmán pasó casualmente cerca de allí.

El tigre, desesperado por su situación, le suplicó que lo liberara. Sin embargo, el brahmán temía por su vida, porque sabía que el tigre podría comérselo en un abrir y cerrar de ojos.

El tigre, sabiendo de su desesperación, le prometió que nunca le haría daño y que lo serviría como esclavo eternamente. Sus súplicas y lágrimas conmovieron el corazón compasivo del brahmán, y finalmente accedió a abrir la jaula.

Una vez liberado, el tigre rápidamente atrapó al pobre brahmán y proclamó su hambre descomunal después de estar tanto tiempo encerrado.En su último intento por salvar su vida, logró convencer al tigre de cuestionar la justicia de su acción con los primeros tres seres que se encontraran en su camino.

El primer ser que el brahmán encontró fue una higuera sagrada. Lamentablemente, la higuera no mostró compasión y argumentó que, a pesar de dar sombra y cobijo a todos, era constantemente maltratada y utilizada para alimentar al ganado. Desanimado, decidió continuar su búsqueda de justicia.

La siguiente criatura con la que se encontró fue un búfalo que giraba una noria. Sin embargo, el búfalo expresó su resentimiento, mencionando que mientras daba leche era alimentado con comida de baja calidad, pero ahora que ya no era útil, se encontraba enyugado y recibía despojos como alimento. La esperanza del brahmán por encontrar justicia se desvanecía aún más.

Finalmente, se encontró con la carretera y decidió preguntarle su opinión. Sin embargo, la carretera le respondió con resignación, mencionando que, a pesar de ser útil para todos, ricos y pobres la pisaban sin mostrar gratitud, dejando únicamente las cenizas de sus pipas y las cáscaras de sus semillas. La desesperanza invadió por completo.

En su camino de regreso, se encontró con un inteligente chacal quien notó su tristeza y curiosidad. El brahmán le contó toda su historia, esperando encontrar alguna respuesta o solución.

El chacal, de manera distraída, pidió que le contara nuevamente toda la situación, ya que no estaba seguro de haberla entendido correctamente. El brahmán pacientemente le volvió a contar todo, pero el chacal parecía aún más confundido.

Finalmente, el chacal decidió que era necesario ir al lugar de los hechos para tener una mejor comprensión. Juntos, regresaron a la jaula, donde el tigre los esperaba ansiosamente mientras se afilaba los dientes y garras.

El tigre, impaciente por comenzar su festín, criticó al chacal por su aparente falta de inteligencia. Sin embargo, el chacal continuó con su actuación y afirmó que aún no comprendía la historia por completo.

En ese momento, el tigre tomó el asunto en sus propias manos y saltó dentro de la jaula, esperando que el chacal finalmente entendiera. Pero para su sorpresa, el chacal cerró hábilmente la puerta y proclamó que las cosas seguirían como estaban.

Así fue como el astuto chacal logró salvar la vida del brahmán y enseñarle al tigre una lección valiosa sobre la importancia de pensar antes de actuar. A partir de ese día, el brahmán y el chacal se convirtieron en grandes amigos y vivieron muchas aventuras juntos.

Esta historia nos enseña que incluso en las situaciones más desesperadas, debemos siempre tratar de encontrar una solución pacífica y racional. La importancia de la compasión y el pensamiento crítico nos muestra que ninguna acción debe tomarse a la ligera. Y, por supuesto, la astucia y la inteligencia pueden superar incluso las dificultades más grandes.