Brahmā es el ser supremo, más allá de los sentidos. Es un ser indefinido, principio neutro, eterno e inactivo, cuya manifestación da lugar a la creación y al desarrollo del universo. Este ser invisible y sin forma se encarnó para expresar su doctrina. Esta primera encarnación dio lugar a otras dos, resultando en los dioses Vishnu y Shiva, que junto con Brahmā forman la Trimurti o Trinidad india.
Para crear el mundo, Brahmā emergió de su eterna existencia. Su primera emanación fue su energía creadora, conocida como Sakti, Parasakti y Maya, quien fue la primera mujer y la primera virgen. Se dice que Maya, la ilusión y principio femenino universal que surgió del seno del eterno Brahmā, fue la madre virgen de la Trimurti y de todo lo creado, naciendo del mar de leche que fluía de sus pechos. Se unió a Kaciapa, el espacio, y juntos tuvieron al hermoso Kama o Kamadeva.
Debido a su origen como hijo de Brahmā, Kama fue profetizado para convertirse en el habitante de los mundos. Kama, quien representaba la luz, el calor, el orden y el amor, montaba un papagayo y portaba un símbolo de fecundidad representado por el pez minas. Nunca se separaba de su carcaj con cinco flechas de flores y un arco cuya cuerda estaba hecha de abejas. Sus esposas eran Priti, la afección, y especialmente Rati, la voluptuosidad.
Siempre se le representa acompañado de Rati, también conocida como Holica o Vasanti, la primavera, que alegra y beneficia al recorrer los mundos con brisas refrescantes. Kama es personificado en el árbol del amor.
Este dios, al igual que los otros, ejercía su poder sobre ellos. Brahmā, por ejemplo, se enamoró de su hija Sandhya, gracias a la influencia de Kama. Brahmā entonces predijo que Kama sería reducido a cenizas por Shiva. Y así ocurrió: Kama hizo que Shiva se enamorara de Durga, y Shiva lo consumió con su fuego.
Todos los dioses se entristecieron y rogaron a Shiva, quien permitió que Kama renaciera en una nueva forma, siendo considerado también como hijo de Shiva. Kama renació como Pradyumna o Adhoyoni, hijo de Krishna y su favorita Dukmini. Dado que Krishna es una de las encarnaciones de Vishnú, Kama también era hijo de Vishnú. Así, Kama, hijo de las tres revelaciones de la Trimurti, se convirtió en el lazo de unión entre ellas.
Sin embargo, un espíritu maligno llamado Sambara robó al niño Adhoyoni y lo arrojó al mar. Un pez se lo tragó, y al ser capturado por pescadores, llegó a la cocina de Sambara, donde la cocinera era Rati disfrazada de Mayavati. Rati encontró al precioso niño en el vientre del pez, lo adoptó y lo crio con amor maternal. El niño creció queriendo a Mayavati como su madre, hasta que ambos se reconocieron como Rati y Kama. Finalmente, regresaron triunfantes a la corte de Krishna, y Sambara fue derrotado por Kama.
La Trimurti en el Hinduismo.
Brahmā: El dios de cuatro cabezas, responsable de la creación del universo. Es importante no confundirlo con Brahman, la realidad última y abstracta.
Shiva: El dios de la destrucción y la transformación, que permite el renacimiento del universo al final de cada ciclo cósmico.
Vishnu: El dios de cuatro brazos, encargado de la preservación y el mantenimiento del equilibrio del cosmos.
La Adoración de la Trimurti en India
En India, la Trimurti no recibe una devoción destacada como conjunto. Los hindúes a menudo veneran a las deidades en sus diversas encarnaciones, como Rama y Krishna, así como a sus consortes divinas, conocidas como Devi.
Dioses Principales en la Mitología Védica
En la mitología védica, anterior al hinduismo clásico, la Trimurti tal como la conocemos no tenía un papel relevante. En el Rigveda, uno de los textos más antiguos de la India, se mencionan deidades principales como:
Indra: El rey de los devas, conocido por su valentía y poder. Agni: El dios del fuego. Soma: El dios de la Luna y de la bebida ritual psicotrópica.
En otras partes del Rigveda, como en el Nirukta de Yaska, el trío destacado incluye: Indra. El rey de los devas, conocido por su valentía y poder. Agni. El dios del fuego. Sūrya: El dios del Sol.
La Evolución del Concepto de Trimurti
El término Trimurti aparece por primera vez en obras como el Kumara-sambhava de Kalidás (alrededor del 500 d.C.), el Chatur-varga-chintāmani de Jemadri (1210-1274), y en comentarios del Rama-tapanīya-upanishad (siglos XI o XVI). La concepción moderna de la Trimurti (Brahmā, Shiva y Vishnu) se formalizó en los Puranas, textos religiosos que surgieron a partir del primer milenio d.C. Aunque ha ganado notoriedad en Occidente, no se considera central en la devoción hindú, donde las deidades individuales son más veneradas.
La Trimurti suele representarse de diferentes formas: los tres dioses juntos, ya sea de pie, sentados o fusionados en una sola figura con tres cabezas y múltiples brazos. A menudo se incluyen sus consortes:
Laksmī con Vishnu, simbolizando prosperidad y equilibrio.
Parvatī con Shiva, representando la energía femenina complementaria.
Sarasvatī con Brahmā, que simboliza el conocimiento esencial para la creación.
Estas consortes forman la Tridevi, el equivalente femenino de la Trimurti, compuesto por Laksmī (riqueza), Parvatī (amor y espiritualidad) y Sarasvatī (sabiduría y artes).
Triratna en el Tíbet
En Bodh-Kharbu, Tíbet, la Triratna o Parameshra se presenta mediante tres templos pequeños pintados de negro, amarillo y blanco, representando a Buda, Dharma y Sangha, respectivamente. Los ojos en la parte superior de estos templos simbolizan a Jagannath en el templo negro, a Subhadra en el amarillo y a Balarama en el blanco.
La Trimurti es una de las manifestaciones más emblemáticas del hinduismo, representando la trinidad divina con Brahmā, Shiva y Vishnu. Cada uno de estos dioses tiene un rol crucial en el ciclo cósmico:
Brahmā, el creador, se representa con cuatro cabezas que simbolizan su visión omnipresente. Aunque es esencial en la creación, no cuenta con tantos templos dedicados a él, siendo el más notable el de Púshkar en Rajasthan.
Shiva, el destructor o transformador, es una deidad compleja con múltiples facetas. Su danza cósmica, el Tandava, simboliza la destrucción necesaria para la regeneración del universo. Es adorado en diversas formas, como el ascético Shiva, el amante de la danza, y el señor de los animales, con consortes y avatares que reflejan su diversidad.
Vishnu, el preservador, es conocido por sus múltiples avatares como Rama y Krishna. Su papel es mantener el orden y la estabilidad del universo, interviniendo para restaurar el dharma en tiempos de crisis. Es uno de los dioses más venerados y tiene numerosos templos y festivales dedicados a él.
La Trimurti en los Puranas
Los Puranas, textos sagrados del hinduismo que se desarrollaron a partir del primer milenio d.C., juegan un papel fundamental en la definición de la Trimurti. Estos textos presentan a la Trimurti como una manifestación de la divinidad suprema, y están estrechamente ligados a la creación del universo y de la humanidad.
La Trimurti ha dejado una profunda huella en la filosofía hindú y en la cultura india. Representa el equilibrio dinámico del cosmos y la interconexión de los ciclos cósmicos, influyendo en el arte, la literatura y la arquitectura hindú, donde los templos y las esculturas reflejan sus formas simbólicas y elaboradas.
La Trimurti y el Cristianismo
Curiosamente, el concepto de la Trimurti ha sido comparado con la Santísima Trinidad en el cristianismo, aunque los conceptos teológicos y funcionales son muy distintos. Esta comparación ha atraído el interés de estudiosos y orientalistas, ilustrando cómo los conceptos religiosos pueden influenciarse mutuamente a través de diferentes culturas.
La Trimurti es un símbolo fundamental del hinduismo, reflejando la complejidad y profundidad de la religión india. A través de la creación, preservación y destrucción, los dioses de la Trimurti ilustran el ciclo eterno de la existencia y el equilibrio cósmico, siendo objeto de devoción, estudio y admiración tanto en la India como en el resto del mundo.