Agamenón y la venganza de Orestes

Agamemnón, rey de Argos, era hijo de Plístenes, quien a su vez era descendiente de Atreo (algunos dicen que era su hermano). Por esta razón, él y su hermano Menelao, rey de Esparta, recibieron el nombre de los Atridas.

Agamemnón, casado con la hermosa Clitemenestra, hija de Lindo (quien había estado casada antes con Tántalo), se destacó como el comandante de los ejércitos griegos durante el famoso sitio de Troya. Durante la campaña, tuvo una notoria disputa con el héroe Aquiles a causa de una esclava llamada Briseida.

Cuando la expedición griega partió hacia Troya, se encontró detenida en Táurida por los vientos desfavorables. Para apaciguar a los dioses y obtener vientos favorables, Agamemnón intentó sacrificar a su propia hija, Ifigenia, a la diosa Minerva. Sin embargo, en el momento del sacrificio, la diosa reemplazó a la joven por una cierva.

Mientras Agamemnón estaba en Troya, su esposa, Clitemenestra, tuvo una relación ilícita con Egisto. No contento con tener a la esposa del rey, Egisto se proclamó tirano de la ciudad y encerró a Orestes y Electra, los hijos del rey, en una celda oscura.

Al regresar a su reino tras la guerra de Troya, Agamemnón fue asesinado de forma traicionera por su esposa y su amante Egisto. Clitemenestra justificó su crimen diciendo que lo hizo para vengar el sacrificio de su hija Ifigenia.

Para proteger a Orestes del asesino, su pedagogo lo llevó lejos de Argos, donde reinaba Egisto, y buscó refugio en la corte de Estrofio, rey de Fócida. Allí, Orestes creció a salvo del usurpador y se preparó para vengar la muerte de su padre.

En la corte de Argos, donde todos temían al tirano, solo la joven princesa Electra se mantenía aislada, rehusando hablar con su madre Clitemenestra y su amante Egisto, y esperando el regreso de su hermano Orestes para vengar a su padre.

Finalmente, Egisto, con el consentimiento de Clitemenestra, casó a Electra con un pobre campesino para que no pudiera tener hijos que pudieran vengar a su padre. Sin embargo, el campesino, respetuoso y prudente, mantuvo la pureza de su joven esposa, y Electra le guardó gratitud y consideración.

Un día, Orestes, ya convertido en un joven fuerte y apuesto, se reunió secretamente con su hermana Electra y planearon la venganza. Electra se emocionó al oír a su hermano declarar que había llegado el vengador de Agamemnón.

En el palacio, los culpables creían estar a salvo, pues pensaban que Orestes había muerto. Sin embargo, Orestes, guiado por Electra, llegó a las habitaciones de su madre Clitemenestra, y tras recriminarla, la mató junto con Egisto.

Electra, fiel a la memoria de su padre, no dudó en asesinar a su madre. Este acto se conoce como el complejo de Electra.

Aunque Orestes había cumplido con la justicia, atrajo la ira de las Erinias, divinidades que perseguían a quienes cometían crímenes familiares. Aterrorizado y atormentado por las Furias, Orestes emprendió un angustioso viaje por Grecia buscando alivio hasta que, en Atenas, buscó refugio en el templo de la diosa Palas Atenea, quien lo protegió.

Finalmente, Orestes fue absuelto por los sabios del Areópago en Atenas, y las Furias dejaron de atormentarlo. Consultó el oráculo de Delfos, que le instruyó ir al Quersoneso en Táurida y traer la estatua de Minerva adorada allí.

Orestes y su amigo Pílades fueron hechos prisioneros por los habitantes de la región, quienes decidieron sacrificar a uno de ellos. Ambos amigos se ofrecieron para morir en lugar del otro. Afortunadamente, Ifigenia, quien estaba allí como sacerdotisa en el templo, reconoció a su hermano y, con su influencia y astucia, salvó a ambos, recuperó la estatua y regresó con ellos a Atenas.

Orestes luego reinó pacíficamente en Argos, se casó con Hermione, hija de Menelao y Helena, con quien tuvo a Teseo, y también casó a su primo y amigo Pílades con su hermana Electra. En un viaje a Arcadia, Orestes murió a causa de una mordedura de serpiente a los noventa años.

Información Complementaria:

Juventud y Ascenso al Poder

Agamemnón, cuyo nombre en griego antiguo es Ἀγαμέμνων (Agamémnôn), es uno de los héroes más célebres de la mitología griega. Hijo del rey Atreo de Micenas y de la reina Aérope, y hermano de Menelao, Agamemnón ocupa un lugar destacado en las historias narradas por Homero en la Ilíada.

Durante su juventud, Agamemnón y Menelao fueron criados en la casa de Atreo junto con Egisto, el hijo de Tiestes. Cuando Atreo los envió a buscar a Tiestes, se encontraron con él en Delfos y lo llevaron de regreso. Sin embargo, Egisto, al reconocer a su padre, decidió no matarlo, sino que acabó con la vida de Atreo y usurpó el trono de Micenas junto con Tiestes. Agamemnón y Menelao fueron posteriormente restaurados a su patria, donde se convirtieron en yernos de Tindáreo al casarse con sus hijas.

El Sacrificio de Ifigenia

Uno de los episodios más dramáticos de su historia es el sacrificio de su hija Ifigenia. Agamemnón intentó sacrificarla para asegurar vientos favorables para la flota griega, un acto que refleja la tensión entre el deber y la moralidad en la mitología griega. Aunque Ifigenia fue reemplazada por una cierva, esta decisión y sus consecuencias tienen un impacto profundo en la tragedia que afecta a su familia.

Agamemnón en la Guerra de Troya

Agamemnón, una figura crucial en la mitología griega, fue el rey de Argos y uno de los líderes destacados en la guerra de Troya. Su conflicto con Aquiles, originado por la disputa por la esclava Briseida, marca un momento decisivo en la Ilíada de Homero. Aunque Agamemnón se presenta como un líder fuerte, su rigidez y decisiones a menudo lo colocan en el centro de la controversia.

La Redención de Orestes

Orestes, tras ser juzgado y absuelto por el Areópago, se convierte en un símbolo de la batalla entre la justicia divina y los remordimientos humanos. Su misión en Táurida para recuperar la estatua de Minerva y su regreso posterior ejemplifican cómo los héroes griegos buscan redención a través de actos valientes y sacrificios.